viernes, 4 de enero de 2013

Los Spurs sucumben ante el trío Anthony, J.R Smith y Prigioni


Tras la derrota sufrida en Año Nuevo ante los Portland Trail Blazers, los New Yorn Knicks vuelven a la senda de la victoria tras ganar 100-83 a los San Antonio Spurs, los cuales ven cortada una racha de siete triunfos consecutivos.



Nuevamente Carmelo Antonhy se erigió como el líder en ataque de los Knicks al sumar 28 puntos, capturar 8 rebotes y repartir 3 asistencias en 35 minutos, con un 9-20 en tiros de campo, todo ello secundado por un buen J.R Smith, manteniéndose en su línea de sexto hombre, anotando 20 puntos, junto con 5 rebotes, 3 asistencias y 1 tapón.  


Steve Novak, Amare Stoudamire y Tyson Chandler también consiguieron dobles dígitos en anotación, este último (Chandler) capturando también 14 rebotes, para conseguir un doble-doble. Steve Novak volvió a ser letal desde la línea de tres puntos (5 de 7 tiros anotados) y Amare Stoudamire poco a poco empieza a hacerse notar tras volver de la lesión que le tenía apartado del equipo.


Por su parte, el base argentino Pablo Priogioni aportó a la dirección de juego de los Knicks, al repartir 9 asistencias unida a los 6 puntos que anotó. Todo ello en 27 minutos de juego.


Los Knicks demostraron mayor acierto en el tiro al irse hasta el 48% en los tiros de campo y el 44% (12-27) en los tiros de tres, mientras que los Spurs se quedaron en unos 36% y 27% (9-34 en triples) respectivamente.


Este dominio también puede ser extrapolado a los rebotes, donde los Knicks capturaron 48 rebotes, con Chandler con 14 capturas, mientras los Spurs demostraron nuevamente su punto más débil en esta faceta, al capturar 35 rebotes, teniendo a Duncan como máximo reboteador del partido, con 6, a los que hay que añadirle 11 puntos.


El base francés Tony Parker anoto también 11 puntos y repartió 6 asistencias, mientras que el reserva Gary Neal anotó 12 puntos para erigirse como máximo anotador de los Spurs de la noche.


Los Spurs (26-9) notaron la falta de forma física que fue lo que decantó la balanza definitivamente para los Knicks (22-10). Los Spurs se mantuvieron siempre a contracorriente durante el partido, oscilando entre unas diferencia de cinco y diez puntos, hasta que un comienzo fulminante de los Knicks en el último cuarto, desvió la balanza hacia el lado del equipo de New York.

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